Decía que la gente había dejado de enviar ese audio, y empezó a enviar otros que desgarraban la garganta, que interrumpían la respiración, que te hacían sentir como la persona más privilegiada del país, "el puto amo". Esa referencia la entenderán sólo los que saben de fútbol español, privilegiados, decía.
Y los medios tradicionales cumplieron su papel de cubrir toda aquella locura, hacer transmisiones en vivo, exponer sus vidas para que nos comiéramos las uñas, lloráramos, gritáramos frente a nuestros teléfonos. Pero faltaba poder digerir tanto, todo ese flujo incesante de las redes sociales, dar contexto y explicación para alguien de menos de 30 años. Y ahí sólo quedó Bacanalnica.
¿Cómo se calculará el efecto económico del síndrome post traumático colectivo?. Ojalá Bacanalnica se ponga a investigar ese tema, presente cifras contundentes, invite a opinar a unos cuantos PhDs de esos que están despidiendo en varias universidades públicas del país. [Comienza sarcasmo] Ahora que todo se puede aprender con videos de YouTube, quién necesita a académicos que pasaron chupando libros en las universidades por más de 10 años, semejante locura. Lo que necesita esta nueva economía no es creación de conocimiento [/Termina sarcasmo].
Tantas cosas que el “staff” de Bacanalnica debe indagar, que debe ser complicado convencer a sus cuatro lectores que no todo lo que está en las redes sociales es noticia, que hay cosas que podrían quedar en un Tweet, en un video en Whatsapp, desvanecerse. Hasta para eso se necesita tacto.
Quisiera terminar con algo potente, que merezca ser recordado, que rinda tributo al trabajo que realiza el “staff” de ese blog, pero sería hacerles perder el tiempo con adulación. Y no vaya a ser y la gente piense que este es un venado.
¿Cómo se calculará el efecto económico del síndrome post traumático colectivo?. Ojalá Bacanalnica se ponga a investigar ese tema, presente cifras contundentes, invite a opinar a unos cuantos PhDs de esos que están despidiendo en varias universidades públicas del país. [Comienza sarcasmo] Ahora que todo se puede aprender con videos de YouTube, quién necesita a académicos que pasaron chupando libros en las universidades por más de 10 años, semejante locura. Lo que necesita esta nueva economía no es creación de conocimiento [/Termina sarcasmo].
Tantas cosas que el “staff” de Bacanalnica debe indagar, que debe ser complicado convencer a sus cuatro lectores que no todo lo que está en las redes sociales es noticia, que hay cosas que podrían quedar en un Tweet, en un video en Whatsapp, desvanecerse. Hasta para eso se necesita tacto.
Quisiera terminar con algo potente, que merezca ser recordado, que rinda tributo al trabajo que realiza el “staff” de ese blog, pero sería hacerles perder el tiempo con adulación. Y no vaya a ser y la gente piense que este es un venado.
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